jueves, 2 de septiembre de 2010

53_¿CÓMO SE INTERPRETAN LOS DIBUJOS INFANTILES?

El dibujo infantil resulta de gran importancia tanto en las fases de detección y revelación del Maltrato como en la posterior intervención. Por otra parte, la significatividad del dibujo varía en función del niño y las circunstancias que rodean al caso, por lo que resulta fundamental el asesoramiento de expertos.

Tal y como comentábamos, la presencia de algunos indicadores no es constitutiva, por sí misma, de situaciones de Maltrato. Por este motivo, el dibujo de determinadas escenas o representaciones por parte del niño no siempre deben ser consideradas como una revelación indirecta del Maltrato. Las personas vinculadas a la infancia y adolescencia, ya sean profesionales (por ejemplo, los educadores) o no (por ejemplo, familiares y personas próximas) deben ser muy cautelosos respecto a las interpretaciones que puedan hacer. Sin embargo, es necesario que estén informados de la realidad del Maltrato Infantil y de los indicadores relativos al mismo, de manera que sepan identificarlos y, sin tener que hacer un diagnóstico al respecto, puedan informar a los Servicios Sociales de sus sospechas.

52_¿CÓMO SE PUEDE DETECTAR SI UN NIÑO ESTÁ SIENDO VÍCTIMA DE MALTRATO SI NO HAY EVIDENCIAS FÍSICAS EN ESE MOMENTO?

Tal y como comentábamos en anteriores entradas, el Maltrato Físico es sólo una modalidad de entre otras que en ocasiones suponen consecuencias de mayor gravedad para el niño. Por lo tanto, cuando hablamos de Maltrato Infantil y de su detección no debemos limitarnos a la presencia o no de evidencias físicas. Esta idea preconcebida impide la detección de otras formas de maltrato que son menos conocidas, implican consecuencias de mayor gravedad y son más frecuentes.

Las situaciones de Maltrato se pueden identificar a través de señales de carácter físico, pero también emocional y conductual. Al respecto, ha de tenerse en cuenta que la presencia de indicadores no implica directamente la existencia de Maltrato, ya que puede deberse a distintos factores. Resulta necesario, por lo tanto, la intervención de profesionales cualificados que permitan una evaluación individualizada del caso y de sus condicionantes.

Por otra parte, es necesario que todos los profesionales relacionados directa o indirectamente con la infancia y adolescencia estén no sólo sensibilizados respecto a la realidad del Maltrato Infantil, sino que también deben conocer los indicadores que nos pueden hacer sospechar que nos encontramos ante un caso de este tipo.

Los cambios injustificados y persistentes en la conducta del niño, en su forma de responder a las situaciones, en su tono emocional, determinado tipo de comentarios y verbalizaciones o el uso de conceptos relacionados con la sexualidad impropios de la etapa evolutiva y educativa, el incremento de la agresividad y hostilidad o su inhibición, pasividad y aislamiento, la evidencia de que no se están atendiendo adecuadamente sus necesidades afectivas, emocionales, educativas, de socialización o relacionadas con la higiene, la alimentación, la salud o el desarrollo de hábitos positivos y saludables, pueden ser, entre otros, indicativos de que el niño está siendo expuesto a situaciones relacionadas con el Maltrato. Finalmente, cabe considerar que, por lo general, las modalidades de Maltrato no se dan de forma aislada, sino que suelen solaparse entre sí, de manera que los niños sufren diversas formas de Maltrato simultáneamente.